Habrás visto que la Fe es un sistema, una manera de actuar. La Fe tiene dos nombres: Fe y Temor. Los dos son una misma cosa y una misma fuerza. Se le llama Fe cuando se espera lo bueno, se le llama Temor cuando se espera lo malo. Así es, tan simple como suena. Cuando tú sientes temor, estás presintiendo algo malo; o sea, presintiendo. Anticipándolo. Esperándolo con todas las fuerzas de tu alma, y él no se hace esperar. Lo estás llamando y tiene que atender porque tú lo mandas. Cuando te ocurre que tú estás temiendo, generalmente anuncias con aire triunfante: "¡Ah!, ¡yo lo sabía! ¡Lo presentía!" Y por supuesto tienes razón; pero ahora verás que no es que iba a suceder inevitablemente y que tus facultades superiores o tus dotes de vidente te lo anunciaron, sino que tu pensamiento lo creó, atrayendo lo necesario para que se manifestara.TODO PENSAMIENTO QUE VA ACOMPAÑADO POR UN SENTIMIENTO, SE MANIFIESTA MÁS RÁPIDAMENTE Y CON MAYOR FUERZA. Esto forma parte de la Ley Primera. El Temor es un sentimiento muy fuerte. Por eso es tan terrible todo lo producido por la combinación del pensamiento y temor. Los accidentes de tránsito que producen la muerte o invalidez, los infartos, el cáncer, la úlcera estomacal y tantas otras atrocidades que aquejan a la humanidad ignorante.Por supuesto te veo pensando en las causas materiales de todas estas cosas. Te veo protestando interior-mente porque siempre se le ha dado importancia a la causa material; por ejemplo, los gérmenes y microbios causantes de muchas enfermedades; pero es que esos virus y gérmenes no son sino efectos, a su vez, y no causas. La causa original está en la mente. El germen no es sino uno de los eslabones de una cadena. La enfermedad es el eslabón que le sigue. Te estoy tratando de llevar hacia atrás y no hacia adelante, en el orden de la creación. La causa material es un producto ya terminado. El diseño original, básico, es el pensamiento.8www.formarse.com.arTodo lo demás que proviene después en lo exterior, no es otra cosa que el material disponible para la realización de la obra. ¿Me comprendes?La Fe es la otra cara de una misma moneda. Por una cara está el Temor, por la otra la Fe. La Fe es positiva. El temor es negativo. La Fe produce el aspecto bueno. El Temor produce el aspecto malo. ¡Nadie teme jamás que vaya a suceder algo se considera malo! El pensamiento que está acompañado por la Fe es, pues, bueno, y se manifiesta más rápidamente y con mayor fuerza al igual que su opuesto. Es posible aprender a tener Fe; Ella viene por el conocimiento. Al aprender a emplear la maquinaria de la Fe, desaparece todo el temor.Tú sabes que la Capital de tu país está en tal o cual parte. Tienes ese conocimiento porque te lo han enseñado los que lo conocen. Tú no lo pones en duda y sabes que si tomas el tren o el avión o el auto para dirigirte a la Capital, vas para la Capital y no para la Luna. Pues eso es Fe. Tu tienes Fe en que la Capital existe y que tu deseo o tu necesidad te llevan a ella. Tienes Fe en llegar a ella. ¡No temes llegar a la Luna! El conocimiento destierra la duda. La Fe destierra el Temor.Ya sabes, pues, que el pensamiento negativo produce un efecto que llaman "malo". Que el pensamiento positivo produce el efecto que llaman "bueno". Conoces el peligro de acompañar el peligro con el Temor. Esos resultados "malos", efectos del pensamiento negativo y del temor, son los llamados castigos que las iglesias y la gente buena han creído "ser mandados por Dios". ¿Te das cuenta de la magnitud del error?Jesús dijo: "TAL COMO PIENSA EL HOMBRE EN SU CORAZÓN, ASÍ ES ÉL". ¡Aquí está expresado en una cápsula toda la explicación anterior! El pensamiento unido al sentimiento "piensa... en corazón", y la frase minúscula: "así es él" encierran todo en un capítulo; pues el hombre y su mundo son uno. El hombre y todo lo que él reproduce, exterioriza, fabrica, posee y reúne en su entorno, son uno con él; y él (más todo lo enumerado) es un reflejo exacto de la imagen que tiene asentada en el alma.Salomón dijo antes y aún más claro:"SEGÚN PIENSAS EN TU ALMA, ASÍ ES." (PROVERBIOS, 23:7)
LA MECÁNICA DEL PENSAMIENTO
Todo el día y toda la noche estamos pensando una infinidad de cosas distintas. Pasa por la mente una especie de película cinematográfica constante, pero desconectada. Entre tantas ideas diferentes nos detiene alguna que otra. A éstas las contemplamos mentalmente, les damos vueltas, posiblemente las comentamos con alguien y luego volvemos a repasarlas más tarde. Esas ideas se convierten en imágenes mentales. La imagen mental es lo que pasa al Subconsciente, se establece allí y vuelve, lo que llaman los psicólogos, "un reflejo".Los psicólogos no estudian sino los reflejos que gobiernan el comportamiento y las aberraciones mentales. Los metafísicos abarcan un campo mucho más amplio y saben que los reflejos gobiernan no sólo al hombre, sino también a todo lo que le ocurra al hombre exteriormente.Tantas veces se contemple o se estudie una idea, tanto más se arraiga su reflejo en el Subconsciente. El Subconsciente no discierne. Esa no es su función. El no tiene poder para protestar. No tiene voluntad propia. No tiene sentido del humor. No sabe si la orden que le hemos dado es un chiste o es en serio. Su función consiste: primero, en almacenar las imágenes mentales, y luego lanzarlas hacia afuera como salen las copias fotostáticas. Es un autómata o un robot. Es un servidor maravilloso que nos economiza toda la tarea de recordar y poner en práctica todo lo que vamos aprendiendo y que hemos ido aprendiendo ¡desde que no éramos más que una gota de agua en el océano! Es pues un secretario, archivador, bibliotecario insigne. Al no haber más archivado la imagen mental que le preparamos, él comienza a reproducirla, aprovechando la más insignificante oportunidad, para el resto de la vida... y las vidas... del sujeto, hasta que el sujeto le da la orden de cambiar una imagen por otra.Ejemplo: ¿Recordarás tú la primera vez que oíste mencionar el "catarro"? No puedes recordarlo; eras muy pequeñito. La noticia te vino de tus mayores y por lo tanto no la pusiste en duda. La aceptaste como cosa natural. Después te enseñaron a temerlo. Te advirtieron las causas del catarro y te dijeron que si se te enfriaba el sudor en tu cuerpecito, si entrabas en contacto con algún amiguito catarroso, si te caía alguna llovizna o si te ponías en una corriente de aire, inevitablemente te daría catarro. Todo eso lo viste en tu mente con puntos y detalles. Pasó a tu Subconsciente y ya no tuviste que recordar más nunca las advertencias que te hicieron tus mayores. Tú no las volviste a pensar, pero tu Subconsciente reprodujo con toda fidelidad un buen catarro (el mejor que pudiera producir); cada vez que se te enfriaba el cuerpo, cada vez que te ponías en una corriente de aire, cada vez que se te acercaba un acatarrado y cada vez que te caía un aguacerito. ¡Fíjate bien! Tú no tuviste que volver a pensarlo jamás, pero tu Subconsciente jamás ha olvidado la orden; hasta el sol de hoy, continúa entregándote (muy complacido y como quien entrega un regalo) un estupendo catarro cada vez que te descuidas, porque ya tú estás acostumbrado a cuidarte y hasta le refieres a tus amistades el cuento de que "yo no soporto una corriente de aire"; o huyes del que tenga catarro; o dices "no te acerques que tengo catarro", y hasta lo llamas "Mi catarro". Todo lo cual renueva y reafirma la orden dada al Subconsciente, ¡como si éste la necesitara!9www.formarse.com.arEsta mecánica es igual para todos los demás males que aquejan al ser humano, desde el catarro hasta la muerte; accidentes, luchas, vejez, pobreza, "mala suerte", fealdad moral, "pecados", cataclismos, guerras, mal tiempo, crisis monetaria, enemistades, pleitos, etc. Los hombres varían pero el proceso de reproducción es siempre el mismo.La ley que estoy explicándote se llama El Principio del Mentalismo y es la Primera Ley de la Creación.Este es el universo mental. Esto es lo que quiere decir la Metafísica cuando dice "Todo es Mente".Las leyes de la Creación son siete.
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